Los primeros días y semanas con tu nuevo cachorro

Tu cachorro puede sentirse estresado por las cosas nuevas que ve, por los sonidos y olores nuevos, y por la separación de su madre. Así que mantén tu casa muy tranquila, para evitar agregar más estrés.

Tan pronto como llegues a casa, lleva tu cachorro al jardín o un área exterior para que pueda ir al baño. Si logra hacerlo, recompénsalo con un tono de voz positivo.

Después de que tu cachorro haya estado afuera, llévalo adentro a un área segura que hayas bloqueado y deja que empiece a olfatear y explorar a su propio ritmo.

Asegúrate de supervisar a tu cachorro en todo momento, mientras se acostumbra a tu hogar y tu jardín. Permite que tu cachorro se acerque a ti para que lo reconfortes y no al revés, ya que algunos cachorros pueden sentirse abrumados fácilmente por demasiado contacto humano.

Pon algo que tenga tu aroma en la cama de tu cachorro y una manta para que se acurruque. También puede ser útil, colocar un reloj con una marca fuerte cerca de la cama, ya que imita los latidos del corazón de la madre.

Los cachorros jóvenes no tienen control de la vejiga y necesitan ir al baño inmediatamente después de comer, beber, dormir o jugar. Saca a tu cachorro afuera para que vaya al baño y llévalo siempre a la misma zona a primera hora de la mañana, después de cada comida y siesta, y antes de acostarse. Usa siempre el mismo comando simple como "baño" o "rápido". También presta atención a las señales cuando necesita ir al baño, por ejemplo, si da vueltas u olfatea el piso.

Asegúrate de darle de comer a tu cachorro a la misma hora y en el mismo lugar todos los días, para que sepa cuándo esperarlo. Para cuando lleves a tu cachorro a casa, ya debería estar destetado, y, en ese momento, la mayoría come tres veces al día.

El ejercicio físico es una parte fundamental de la rutina diaria de tu cachorro, para ayudarlo a mantener una buena salud. Una vez que haya recibido las vacunas, puede salir a caminar. Sácalo dos veces al día, pero, inicialmente, limita cada caminata a 15 minutos.

Aunque debes ser delicado con tu cachorro, es importante que seas coherente desde el principio para que entienda las reglas de la casa, como no subirse al sofá.

Una vez que tu cachorro haya recibido sus vacunas, las clases regulares son una excelente manera de ayudar a socializarlos y establecer un buen comportamiento. También recuerda practicar todos los días lo que aprendiste en las clases.

Pídele a tu veterinario que te asesore sobre el mejor tipo de collar y correa para tu cachorro. Al principio, una correa retráctil es útil para que el collar no tire constantemente del cuello del cachorro. Asegúrate de que el collar le quede bien y de que no pueda deslizarse por su cabeza.

Haz que tu cachorro se acostumbre al collar y correa para que se sienta cómodo. Acorta la correa de forma gradual y anima a tu cachorro a que te siga. En lugar de jalar la correa, inclínate cada vez que cambies de dirección y anímalo a que haga lo mismo.

Para la primera caminata al aire libre de tu cachorro, elige un área silenciosa para disminuir las probabilidades de que se asuste con ruidos fuertes o senderos concurridos.

Limita la primera caminata de tu cachorro alrededor de cinco a diez minutos para que no se canse ni se abrume. Puedes prolongarla hasta 15 a 20 minutos en los días y semanas subsiguientes.