Esterilizar a una perra: beneficios y cuidados

La esterilización de cachorras es un procedimiento habitual, pero la decisión debe tomarse tras haberse informado correctamente. Esta intervención ofrece muchos beneficios, pero también puede tener efectos inmediatos en su comportamiento y, especialmente, en sus necesidades nutricionales.

¿Qué es la esterilización?

La esterilización es la extirpación total ó parcial de los órganos reproductores internos; se puede hacer tanto a los machos como a las hembras.

¿En qué consiste la esterilización de las perras?

La esterilización de las perras es una intervención quirúrgica en la que se les extirpan los ovarios. En función de las recomendaciones y la evaluación del veterinario, también se les pueden extirpar las trompas de Falopio y el útero. La esterilización les impide reproducirse y elimina el ciclo de celo.

¿Cuál es el mejor momento para esterilizar a una cachorra?

En el caso de cachorros hembra, es importante no esterilizarlos antes de que hayan cumplido los tres meses, ya que se podrían dar problemas de salud más adelante. Pero si esterilizas a tu cachorro antes de los cuatro años, su salud se puede beneficiar al reducirse el riesgo de infección de útero.

Tu veterinario podrá aconsejarte sobre la mejor edad para esterilizar a tu mascota, los diferentes métodos de esterilización disponibles, así como las mejores dietas tras la esterilización.

¿Qué beneficios tiene esterilizar a una cachorra?

La esterilización ofrece muchos beneficios, tanto para la salud y el bienestar de la cachorra como para el entorno doméstico.

• Reduce considerablemente las posibilidades de que otros perros marquen territorio en el jardín del hogar cuando la cachorra está en celo.
• Puede ayudar a evitar la aparición de ciertos tumores, incluidos los de mama, los de ovarios y los de útero.
• Evita gestaciones no deseadas.

¿Cómo cambia el comportamiento y las necesidades nutricionales de las cachorras esterilizadas?

Al igual que sucede con los perros macho, la esterilización de hembras desencadena cambios hormonales y metabólicos, por lo que su comportamiento se ve afectado. Las gatas esterilizadas no entran en celo y, por lo tanto, tampoco presentan los comportamientos asociados a ese estado, como la agitación o los maullidos incesantes. Sus necesidades nutricionales también cambian.

Si decides esterilizar a tu cachorra, debes saber cuáles serán sus nuevas necesidades nutricionales. Después de la intervención quirúrgica, es posible que gane peso durante algunas semanas o meses, ya que su metabolismo habrá sufrido un gran cambio. Consulta con tu veterinario cuál es su peso ideal y cómo adaptar su alimentación tras la esterilización. A las gatas esterilizadas hay que proporcionarles una alimentación especialmente diseñada para ellas, con el equilibrio nutricional que necesitan.

Esterilizar a tu cachorra puede aportarle múltiples beneficios, pero es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Si tienes alguna duda, consulta con tu veterinario.