Sistema inmunitario en los perros: diferencias entre el de los cachorros y el de un perro adulto

Adoramos a nuestros perros, deseamos que nunca les pase nada, y uno de los mejores aliados para esta misión ya está presente en su cuerpo, estamos hablando del sistema inmunitario de los perros.

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Brown Labrador dog mom and her puppy

La inmunidad es un sistema defensivo que está siempre preparado para luchar contra los agentes patógenos. Actuando como un escudo, esta red de órganos, glóbulos blancos, proteínas (anticuerpos) y sustancias químicas evalúa constantemente las amenazas y las ataca para proteger la salud de tu perro contra bacterias, virus, hongos, toxinas e incluso parásitos. Pero esta barrera protectora es más fuerte en perros que en cachorros.

Al nacer con un sistema inmunitario muy inmaduro (débil), los cachorros necesitan la ayuda de un tipo de leche muy específico de su madre para sobrevivir y fortalecer sus defensas naturales. Esta leche única, es el calostro, se produce tras el nacimiento de los cachorros y contiene los anticuerpos de la madre, lo que ayuda a mantener el sistema inmunitario de toda la camada mientras empiezan a interactuar lentamente con nuestro mundo. En situaciones en las que la madre no puede alimentar a sus cachorros, existe la leche de sustitución, que tiene una fórmula muy parecida a la de la leche de la perra.

¿Por qué es tan importante ayudar al desarrollo del sistema inmunitario de los cachorros?

Sencillamente, porque la protección que les proporciona el calostro no dura indefinidamente. Día tras día, hasta las 12 semanas, el nivel de anticuerpos procedentes del calostro disminuye, y, al mismo tiempo, la exploración y el descubrimiento son cada vez más frecuentes, exponiendo al todavía frágil cachorro a nuevos gérmenes y microorganismos.

Es una etapa delicada en la que los anticuerpos del calostro ya no les protege lo suficiente y su propio sistema inmunitario aún no está totalmente maduro para tomar el relevo, lo que les hace más vulnerables que nunca ante el riesgo de infección. De hecho, este período único es tan crítico que incluso tiene un nombre: vacío inmunitario, y suele ocurrir entre las 4 y las 12 semanas de edad.

Durante ese período, el sistema inmunitario inmaduro y sin apoyo del cachorro necesita un pequeño impulso para defenderlo contra diferentes antígenos, incluidos los gérmenes, y para favorecer sus protocolos de vacunación.

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