A veces, un problema de piel puede ser mucho más que un problema en la piel


Sea cual sea el problema, la nutrición tiene un papel fundamental

Una vez que se confirme el diagnóstico, tu veterinario establecerá un tratamiento, que incluirá recomendaciones médicas y nutricionales, adaptadas a las necesidades específicas de tu gato.

Una combinación de ácidos grasos esenciales favorece la resistencia de la piel y ayuda a reducir los signos de los problemas cutáneos.

En caso de una posible intolerancia a algún alimento, una dieta hidrolizada minimiza la exposición del animal a proteínas potencialmente alergénicas. Gracias a su pequeño tamaño molecular, el sistema inmunitario no las reconoce como una amenaza y no desencadena ninguna reacción alérgica.

¿Qué causa los problemas cutáneos?

El picor, los arañazos y las mordeduras son las primeras señales que se ven y, a menudo, son solo un signo de lo que está pasando debajo del pelaje de tu gato.

- Alergia o intolerancia a algunos alimentos (reacciones adversas al alimento)
- Parásitos externos (Demodex, tiña, pulgas, etc.)
- Dermatitis atópica ambiental  (alergia al polen, ácaros del polvo, etc.) 
- Problemas endocrinos, trastornos autoinmunes u otras causas

¿Qué puede causarle el picor?

El único método fiable para saber si se está produciendo una Reacción Adversa al Alimento es realizar una prueba de eliminación de alimentos, que implica supervisión veterinaria y algo de paciencia, ya que el alimento habitual de tu mascota será sustituido durante 6-8 semanas por una dieta veterinaria especialmente formulada y clínicamente probada donde se reduzca la exposición a proteínas que puedan causar la alergia.

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