​Ayuda a tu gata gestante a dar a luz en casa

Con la camada de gatitos en camino, es importante que te sientas preparado y seguro para cuando llegue el día. Si decides que el parto de la gata sea en casa, hay una serie de cosas, sencillas pero esenciales, que puedes hacer para asegurarte de que la gata esté a gusto y saludable y de que pueda tener a sus gatitos un ambiente sin estrés.

Preparación del hogar para que tu gata tenga su camada

Lo ideal es que tu gata gestante disponga de una habitación o un espacio para ella hacia el final de la gestación. Las hembras pueden volverse agresivas en las últimas dos semanas de gestación; por lo tanto, debes dejarle su espacio y mantenerla alejada de los niños. La habitación tiene que ser cálida (unos 22 °C) para que se sienta cómoda y reducir el riesgo de hipotermia, y lo ideal es que la humedad esté entre el 65 y el 70 %.

Debes preparar una caja de parto donde la gata pueda tener a sus gatitos. Puede ser una caja de cartón lo bastante grande para que ella pueda tumbarse y con las paredes lo suficientemente altas como para que los gatitos no puedan salirse. Fórrala con plástico y luego con papel de periódico, que se pueda quitar fácilmente si se ensucia, y cúbrela con una manta.

La caja de parto debe estar más caliente que el resto de la habitación para proteger a los gatitos en sus momentos más frágiles durante los primeros días de vida. Una buena forma de calentar la caja es mediante una lámpara de infrarrojos, ya que no concentra el calor con demasiada intensidad en una zona, y debe ajustarse a 30 °C.

Cómo saber que tu gata se ha puesto de parto

Es posible que las primeras etapas del parto de tu gata te pasen desapercibidas, ya que no hay contracciones visibles. Sin embargo, parecerá inquieta y mostrará un comportamiento extraño como seguirte, o evitarte, constantemente. También vocalizará mucho y se aseará con frecuencia.

Cuando ya esté a punto de parir, rascará la caja de parto y se acomodará en ella, y comenzará a ronronear fuerte. Cuando veas que expulsa una secreción rojiza, no tardarán en aparecer los primeros gatitos y sus placentas, normalmente en menos de una hora.

Durante el parto, tu gata "llorará" y se oirá angustiada, algo que es completamente normal. Es probable que veas nacer un gatito cada 10 a 60 minutos, y es posible que tu gata se coma la placenta y mastique los cordones umbilicales de los gatitos. Si después de dos horas de ver el flujo no hay señales de los recién nacidos, comunícate con un veterinario, ya que es posible que tenga que asistir al parto.

Las gatas son muy buenas para cuidar de sí mismas durante el parto, así que intenta no preocuparte por ella; si la controlas cada 15 minutos está perfecto. Si siente algún tipo de estrés, detendrá su propio trabajo de parto e incluso impedirá el parto durante horas o días.

Las señales de un gatito recién nacido sano

Una vez que los gatitos han nacido, deberían arrastrarse hacia la madre de inmediato y empezar a mamar; ten a mano la leche de gato para los que no puedan hacerlo. Si su gato no los lame después de haber comido, tendrás que darles un masaje con una compresa húmeda para facilitar la digestión y la excreción. Mantén la habitación tranquila y cálida, con la puerta cerrada: entre el 15 y el 20 % de las gatas que son madres primerizas entran en celo a los pocos días de dar a luz y pueden salir en busca de pareja, lo cual puede dejar a los gatitos en una situación de vulnerabilidad.

El parto de tu gata en casa la puede ayudar a sentirse relajada y sin estrés, y así su camada tendrá el mejor comienzo posible. Si no estás seguro de haber preparado tu casa de la manera correcta, habla con tu veterinario para que te asesore.