Problemas digestivos comunes en los gatos
El sistema digestivo de un gato está equilibrado de una forma muy delicada, con los niveles adecuados de bacterias para que todo funcione bien. Los cambios en la dieta, un acicalamiento excesivo o enfermedades sistémicas pueden perturbar este equilibrio y provocar problemas digestivos que, afortunadamente, se pueden tratar.
¿Cuáles son los síntomas de los problemas digestivos en los gatos?
Hay varios síntomas que debes tener en cuenta si crees que tu gato podría sufrir un problema digestivo:
- Regurgitación o vómitos, incluidas las bolas de pelo
- Mal aliento
- Diarrea o estreñimiento
- Rehusa comer o le cuesta hacerlo
- Pérdida de peso ó dolor en abdomen
Si detectas alguno de estos síntomas en el gato, es importante que acudas al veterinario lo antes posible para que puedan identificar la causa y su tratamiento.
Los parásitos y la digestión del gato
Las infecciones parasitarias son trastornos digestivos comunes en los gatos. Estos parásitos microscópicos pueden causar diarrea grave y molestias abdominales, que conducen a la deshidratación y a la pérdida de peso.
Hay muchos tipos de parásitos intestinales. Entre los parásitos más comunes que afectan a los gatos podemos incluir estos dos: la giardia, que vive en el revestimiento del intestino delgado del gato, y los coccidios, que pueden ingerir al cazar presas. Un tipo de coccidios puede transmitirse a los humanos.
El veterinario te prescribirá un tratamiento para esta infección y aliviar los síntomas del gato.
El gato y las bolas de pelo
Las bolas de pelo pueden suponer un problema digestivo habitual en los gatos, especialmente, en aquellos que viven en interior ó tienen un estilo de vida sedentario, ya que el acicalamiento será una de sus actividades principales.
Las bolas de pelo se forman cuando los pelos que el gato ingiere al lamerse se depositan en su tracto digestivo. Normalmente, los pelos que son ingeridos al asearse se expulsan por las heces, pero si hay un exceso de pelo, el gato no puede eliminarlos correctamente y se forma la bola de pelo.
Si el gato padece de bolas de pelo, es posible que tenga dificultades para tragar ó comer y termine vomitándolas. Podrás ayudar a reducir este problema eliminando el exceso de pelo mediante el cepillado y dándole un alimento que tenga la proporción adecuada de fibra para facilitar la eliminación de los pelos ingeridos.
Enfermedades inflamatorias en el gato
La inflamación de uno ó varios órganos del tracto digestivo del gato provocará molestias digestivas.
En el gato, hay tres órganos digestivos que están muy cerca (el hígado, el páncreas y el intestino delgado), por lo que la inflamación puede extenderse fácilmente por contacto entre estos órganos (nota: la causa es desconocida y no siempre es de origen bacteriano). Esto puede causar una enfermedad denominada triaditis felina, en la que estos tres órganos digestivos se inflaman a la vez.
Si el gato sufre esta patología, manifestará unos signos clínicos muy similares a los de la inflamación de uno solo de los órganos: diarrea y vómitos crónicos, pérdida de peso y pérdida de apetito ó tal vez manifieste incluso un apetito voraz, ya que intentará obtener los nutrientes que necesita y que está perdiendo.
Esta enfermedad es tratable aunque el veterinario descartará primero otras causas del problema digestivo (p. ej., parásitos) antes de prescribir tratamiento médico y tratamiento nutricional con dieta específica.
Los problemas digestivos pueden resultar incómodos y molestos tanto para ti como para el gato; así pues, ante cualquier signo, acude a tu veterinario; de este modo, te asegurarás de proporcionar a tu mascota el mejor cuidado posible.
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