Los riesgos que corre tu perro si es obeso
La obesidad es un problema cada vez mayor entre la población humana y, lamentablemente, lo mismo sucede con los perros. En diferentes estudios se detectó que al menos uno de cada cinco perros de países industrializados se clasifica como obeso. Si tu perro es obeso, correrá un mayor riesgo de padecer una serie de enfermedades crónicas y de por vida que es importante tener en cuenta.
Probabilidad de que tu perro sufra de obesidad
Un perro se clasifica como obeso cuando supera entre un 15 y un 20 % de su peso ideal, o cuando no se le pueden sentir las costillas a través de la piel, el pelaje y el tejido corporal. Su raza, composición genética, edad, sexo, estilo de vida, dieta y si está castrado o no, son factores que contribuyen con la probabilidad de que tu perro se vuelva obeso.
Por ejemplo, las perras son más propensas a subir de peso, mientras que la obesidad es dos veces más probable en perros castrados que en perros no castrados. Los problemas de conducta relacionados con la comida y tu propio comportamiento con respecto a la alimentación también afectan significativamente el peso de tu perro.
Riesgos de la obesidad en los perros
Si tu perro tiene sobrepeso o es obeso, corre un mayor riesgo de tener una serie de enfermedades graves que le cambiarán la vida:
- Disminución significativa de la esperanza de vida
- Problemas cardiovasculares y respiratorios
- Diabetes
- Reducción de la inmunidad y, por lo tanto, riesgo de sufrir infecciones y otras enfermedades
- Enfermedades osteoarticulares, como la artritis
- Enfermedad cardiovascular
- Cálculos urinarios de oxalato de calcio
Los perros obesos también pueden ser letárgicos, carecer de motivación y energía, y exhibir niveles deficientes de esfuerzo al momento de ejercitar, jugar o realizar actividades.
¿Por qué la obesidad en los perros causa estos problemas?
Cuando un perro se vuelve obeso, su cuerpo empieza a almacenar alimentos y nutrientes en forma de grasa porque utiliza menos energía para jugar o moverse de lo que ingiere en su dieta. Esta grasa empieza a infiltrarse en los órganos (como el hígado), y hace que funcionen de forma menos eficaz. La grasa también empieza a "cubrir" los órganos, ejerciendo más presión sobre ellos y reduciendo su capacidad para funcionar bien. Por ejemplo, las arterias de un perro obeso reciben más presión que las de un perro sano, por lo que es más probable que este sufra una enfermedad cardiovascular.
A medida que tu perro carga más peso, se le hace cada vez más difícil moverse. Sus articulaciones empiezan a sufrir porque no están diseñadas para soportar el exceso de peso. Con el tiempo, esto puede terminar en un círculo vicioso en el que un perro no quiere hacer ejercicio porque le resulta incómodo, pero sigue comiendo la misma dieta y, por lo tanto, sube de peso y disminuyen sus ganas de moverse.
Instrucciones para ayudar a tu perro con sobrepeso
El primer paso para ayudar a tu perro es ir al veterinario, para que identifique cuánto sobrepeso tiene el perro y qué medidas tenés que tomar para ayudarlo a bajar de peso. Es importante que vos, como su dueño, te comprometas a ayudar a tu perro a bajar de peso. Eso significa que tendrás que seguir un programa estricto de alimentación, evitar darle golosinas y restos de comida, y vigilar su peso constantemente. El veterinario podrá recomendar un horario de alimentación basado en las dietas para bajar de peso que le puedan recetar.
Al ayudarlo a bajar de peso, empezarás a ver cómo tu perro vuelve a tener un estilo de vida más saludable y activo, y también le darás la oportunidad de vivir más tiempo. Empezá por hacer una consulta con el veterinario, quien te ayudará con gusto.
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