¿Cómo cuidar la piel y el pelo de tu perro con esta rutina?
1.Tratamiento adecuado
Los tratamientos regulares de prevención de parásitos adaptados a cada perro yrecomendados por el veterinario pueden servir para mantenerlo protegido de pulgas,
garrapatas y parásitos internos, entre otros. Si tu perro ha sido infestado, consultale
a tu veterinario sobre las posibles medidas, además del tratamiento para tu perro,
para llevar a cabo un control ambiental exhaustivo (limpieza de su colchón,
tratamiento en el entorno de la casa, tratamiento de otras mascotas, etc.).
2. Mantener su higiene
Si tu perro tiene la piel sana, es probable que todo lo que necesite sea bañarlo y
limpiarle los oídos una vez al mes. Utilizá siempre champú para perros y no los
productos para personas, ya que no se adaptan a las mismas características de la
piel (como el pH). También es buena idea revisar sus oídos a diario cuando los
riesgos son mayores: durante el verano y la temporada de piscina o después de
paseos por el campo, con espiguillas que se pueden meter en las orejas de tu perro.
Si pensás que tu mascota sufre alguna afección cutánea, consultá a tu veterinario
para que te aconseje.
3.Cepillarlo con regularidad
Cepillar el pelo del perro con frecuencia ayuda a evitar que se apelmace y elimina
los "pelos muertos" y los posibles cuerpos extraños. Es una buena oportunidad para
comprobar si hay lesiones, enrojecimiento o coloración anormal de la piel e
infecciones. Revisá el pelo y las orejas en busca de parásitos o espiguillas después
de los paseos.
4. Nutrición indicada
Si tu perro es propenso a la irritación y picazón de la piel, una dieta específica
diseñada para ayudar a mantener y nutrir su piel, como los productos de la gama
Dermacomfort de ROYAL CANIN®, puede ser una solución nutricional adaptada.
Esta fórmula favorece la salud general a la vez que nutre la piel sensible con ácidos
grasos esenciales Omega 3 y 6.
5. Preguntarle al experto
Más vale prevenir que curar: si observás cambios en el aspecto de la piel o el pelo
de tu perro (pelo graso, escamas), un bulto o un olor inusual, consultá a tu
veterinario para que te aconseje sobre el tratamiento y la nutrición adaptados a su
condición específica.
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