Hablemos del bichón boloñés

Al elegir la comida para un bichón boloñés, existen muchos factores a considerar: su edad, estilo de vida, nivel de actividad, condición fisiológica y salud, incluidas posibles enfermedades o sensibilidades. Los alimentos proporcionan energía para cubrir las funciones vitales de un perro, y una fórmula nutricional completa debe contener un equilibrio ajustado de nutrientes para evitar cualquier deficiencia o exceso en su dieta, ambos de los cuales podrían tener efectos adversos en el perro.

Las siguientes recomendaciones son para animales sanos. Si su perro tiene problemas de salud, consulte a su veterinario quien le prescribirá una dieta exclusivamente veterinaria.

El agua limpia y fresca debe estar disponible en todo momento para apoyar una buena regularidad urinaria. En climas cálidos y especialmente cuando haga ejercicio, lleve agua para los frecuentes descansos de su perro.

Las necesidades de un cachorro de bichón boloñés, en términos de energía, proteínas, minerales y vitaminas, son mucho mayores que las de un perro adulto. Necesitan energía y nutrientes no solo para mantener su cuerpo, sino también para crecer y desarrollarlo. Hasta los 8 meses de edad, el sistema inmunitario de un cachorro boloñés se desarrolla gradualmente. Un complejo de antioxidantes, incluida la vitamina E, puede ayudar a reforzar sus defensas naturales durante esta época de grandes cambios, descubrimientos y nuevos encuentros. Sus funciones digestivas también son diferentes a las de un boloñés adulto: su sistema digestivo aún no está maduro, por lo que es importante que le proporciones proteínas altamente digeribles que se utilizarán de manera efectiva. Una ingesta equilibrada de fibras, como el psyllium, puede ayudar a facilitar el tránsito intestinal y contribuir a unas buenas deposiciones.

De manera similar, los dientes del cachorro (inicialmente los dientes de leche o primeros dientes y posteriormente los dientes permanentes) constituyen un factor importante que debe tenerse en cuenta al elegir el tamaño, la forma y la textura del alimento. Esta intensa fase de crecimiento también implica grandes necesidades energéticas, por lo que el alimento debe tener un alto contenido energético (expresado en Kcal/100 g de alimento), mientras que las concentraciones de todos los demás nutrientes también serán más altas de lo normal en un alimento de crecimiento especialmente formulado. Se recomienda dividir la cantidad diaria en tres comidas hasta los seis meses de edad y luego pasar a dos comidas al día.

Los principales objetivos nutricionales del boloñés adulto son:

Mantener un peso corporal ideal mediante el uso de ingredientes altamente digeribles y manteniendo el contenido de grasa en un nivel razonable.

Preservar la salud y la belleza de la piel y el pelaje con la adición enriquecida de ácidos grasos esenciales (especialmente EPA y DHA), aminoácidos esenciales y vitaminas del grupo B.

En la edad adulta, los perros muy pequeños como el bichón boloñés pueden ser propensos al estreñimiento, así que busca una dieta formulada con un aporte equilibrado de fibra, incluido el psyllium, para ayudar a facilitar su tránsito intestinal, y con proteínas de alta digestibilidad para contribuir a una buena calidad de las heces.

El tamaño del alimento debe ser muy pequeño y adaptarse a la mandíbula en miniatura del boloñés para evitar problemas en la ingesta. Esto también puede estimular su apetito exigente. Los perros de razas muy pequeñas son propensos a los cálculos urinarios; se recomienda una dieta que favorezca un sistema urinario saludable.

Es importante evitar dar de comer al bichón boloñés comida humana o golosinas grasas. En su lugar, recompénsale con alimento restado de su ración diaria de comida para evitar un aumento excesivo de peso. También es importante seguir estrictamente las pautas de alimentación escritas en el paquete, especialmente en boloñeses esterilizados, ya que la castración es un factor que puede predisponer al sobrepeso en perros.

Tras cumplir los 8 años, los boloñeses comenzarán a enfrentarse a los primeros signos del envejecimiento. Una dieta enriquecida con antioxidantes ayuda a mantener la vitalidad y ciertos nutrientes clave, como la taurina, ayudan a mantener una buena función cardíaca. El envejecimiento también va acompañado de la modificación de las capacidades digestivas y de ciertas necesidades nutricionales, por lo que los alimentos para boloñeses de edad avanzada deben cumplir las siguientes características:

Mayor contenido de vitamina C y E. Estos nutrientes tienen propiedades antioxidantes, ayudando a proteger las células del cuerpo contra los efectos nocivos del estrés oxidativo relacionado con el envejecimiento.

Proteína de alta calidad. Contrariamente a un concepto erróneo ampliamente difundido, la reducción del contenido de proteínas en los alimentos brinda pocos beneficios para limitar la insuficiencia renal. Además, los perros mayores son menos eficientes en el uso de proteínas dietéticas que los perros más jóvenes. Reducir el contenido de fósforo es una buena forma de frenar el deterioro progresivo de la función renal.

Una mayor proporción de oligoelementos de hierro, zinc y manganeso para ayudar a mantener el buen estado de salud de la piel y el pelaje.

Una mayor cantidad de ácidos grasos poliinsaturados para ayudar a mantener la calidad del pelaje. Los perros pueden producir normalmente estos ácidos grasos, pero el envejecimiento puede afectar este proceso fisiológico.

A medida que envejecen, los perros sufren cada vez más problemas en los dientes. Para garantizar que continúen comiendo en cantidades suficientes, la forma, el tamaño y la dureza de sus croquetas deben adaptarse a su mandíbula.