Atención veterinaria preventiva para tu gato

La atención veterinaria preventiva es todo lo que tú y tu veterinario hacen para optimizar la salud y la vitalidad de tu gato a lo largo de todas las etapas de su vida. Al fin y al cabo, los gatos sanos son gatos felices.

Como muchos amantes de los gatos, quizás te preguntes qué puedes hacer para contribuir a que tu gato tenga una vida mejor. Una revisión anual de la salud del gato es una de esas cosas. Ayuda al veterinario de tu mascota a detectar enfermedades o afecciones que quizás no hayas notado, lo que permite un tratamiento temprano.

veterinario escuchando al gato con el estetoscopio durante una cita en una clínica veterinaria
Veterinaria con estetoscopio examinando a un gatito

Cómo preparar a tu gatito (y a ti) para su primera cita con el veterinario

Sigue nuestros consejos para que la primera consulta de tu gatito con el veterinario sea una experiencia positiva, desde cómo prepararte hasta qué esperar.

¿Con qué frecuencia debe ir tu gato al veterinario?

Los estudios muestran que los dueños de gatos tienen menos probabilidades de llevar a sus mascotas al veterinario para hacer revisiones de salud anuales que los dueños de perros. Incluso si los gatos tienden a vivir más que sus amigos caninos, una revisión anual puede ayudar al veterinario a identificar cualquier problema, detectar los primeros signos de la enfermedad a tiempo y reducir el impacto de esas enfermedades a largo plazo. Y eso es una victoria tanto para tu mascota como para ti. Las visitas al veterinario siempre son importantes, pero aún más para los gatos mayores.

¿Qué ocurre durante la revisión médica anual de tu gato?

Tu veterinario te hará preguntas sobre el estilo de vida y el entorno de tu gato. Las respuestas proporcionan pistas que pueden influir en la salud de tu gato.

El instinto de supervivencia de tu gato hace que oculte el dolor y la incomodidad. Los cambios en la salud felina pueden desarrollarse de forma gradual. Incluso si controlamos cuidadosamente la salud de nuestro gato, es posible que unos ojos no profesionales no noten esos cambios, pero el examen de bienestar anual sí.

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