Alimentación de tu gata embarazada: ¿Qué darle de comer?
Tan pronto como sepas que tenés una gata preñada, podés empezar a asegurarte de que los recién nacidos tengan el mejor comienzo posible, al manejar su nutrición y alimentación con cuidado.
¿Qué pasa durante la preñez de tu gata?
La preñez de una gata dura alrededor de 65 días en promedio, aunque también podría ser de entre 61 y 72 días. Durante los primeros dos tercios de la preñez, su cuerpo se centra en obtener grasa para prepararse para los gatitos. En el último tercio, todo el peso que aumente provendrá directamente del crecimiento de su camada.
La mejor manera de que tu gata obtenga los nutrientes y el aumento de peso que necesita para apoyar el parto y la lactancia de sus gatitos es a través de una dieta rica en grasas, pero esto debe controlarse cuidadosamente a fin de evitar que suba demasiado de peso.
Control de peso de tu gata preñada
Aunque tu gata aumenta de tamaño durante los primeros dos tercios de la gestación, no debe subir más del 40 % de su peso ideal. La obesidad puede provocar complicaciones en el parto de los gatitos, así como problemas de salud para tu gata en el futuro. Por lo tanto, elegir la comida correcta y alimentar a tu gata preñada de la manera adecuada es esencial para proteger su salud y la salud de los recién nacidos.
Con qué y cómo alimentar a tu gata preñada
Al inicio de su preñez, tenés que darle a tu gata una dieta rica en grasas, diseñada específicamente para apoyar la gestación y, más tarde, la producción de leche para alimentar a sus gatitos. Cambiale el alimento de a poco, mezclándolo con su comida actual. Empezá con un 25 % de alimento nuevo y un 75 % del que ya come. Cuando pasen de cinco a siete días, podés aumentar el porcentaje de la comida nueva hasta completar el 100 %. Esto ayuda a reducir cualquier trastorno digestivo que pueda causar un cambio repentino en la dieta.
A medida que la preñez de tu gata avanza, sus requerimientos de energía aumentarán alrededor de un 10 % por semana. Hacia las etapas finales de la gestación, estará consumiendo un 70 % más de energía de lo normal. Un alimento denso en energía puede ayudar con esto, sin agregar un volumen innecesario a su alimentación, lo que podría ser difícil de digerir.
Pesá periódicamente a tu gata y ajustá sus raciones de comida. Esto ayudará a evitar que suba demasiado de peso durante la preñez. Además, tenés que seguir alimentándola con la misma rutina que ya estableciste: en momentos determinados del día y en un lugar específico. Asegurate de que también tenga suficiente agua disponible.
Alimentación de tu gata después de parir
Una vez que haya parido a los gatitos, tu gata empezará a amamantarlos de inmediato y producirá hasta un cuarto de litro de leche por día. Esto tiene un efecto enorme en sus necesidades nutricionales, que pueden duplicarse o triplicarse.
Durante la lactancia, dale de comer "a voluntad", es decir, sin restricciones, ya que necesitará comer mucho más de lo normal. Elegí un alimento de buena calidad y alto en energía, que contenga los nutrientes y ácidos grasos adecuados que su cuerpo necesita para la producción de leche, y asegurate de volver a su alimento habitual cerca del final del período de lactancia.
Es importante que te mantengas en contacto con el veterinario y lleves a tu gata a controles periódicos para asegurarte de que ella y sus gatitos estén sanos. Si no estás seguro de cuál es la mejor manera de alimentar a tu gata preñada, consultá con el veterinario para que te ayude.
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