La enfermedad del tracto urinario inferior de los felinos (FLUTD, por sus siglas en inglés) afecta hasta al 10 % de los gatos en todo el mundo y, a menudo, no tiene una causa subyacente identificable. Puede tener graves repercusiones en la salud de tu mascota, por lo que es importante que puedas reconocer los síntomas y obtener la ayuda adecuada del veterinario lo antes posible.
Las causas de los problemas urinarios en gatos
El sistema urinario de un gato puede infectarse, lo que causa inflamación, o sufrir una acumulación de minerales que el cuerpo normalmente procesaría y expulsaría. Estos minerales, finalmente, se cristalizan y, luego, se acumulan y se unen para formar "cálculos", que pueden irritar el sistema urinario y obstruir el paso de la orina. Los gatos mayores con micción frecuente también pueden sufrir de enfermedad renal crónica. Esta enfermedad es irreversible, pero se puede manejar para ayudar a mejorar la calidad de vida.
Síntomas de problemas urinarios en gatos
Cuando tu gato sufre de un problema urinario, su comportamiento cuando orina cambia. Puede tratar de orinar con más frecuencia y solo orinar un poco, o dejar de hacerlo. Puede lucir tenso o mostrar signos de dolor al orinar, además de permanecer en una posición para orinar durante más tiempo de lo normal. Su orina puede tener un color ligeramente rosado, debido a la sangre. En otras ocasiones, puede lamer o asear excesivamente su área genital, presentar una pérdida de apetito o exhibir otros cambios de conducta.
¿Mi gato está en riesgo de sufrir un problema urinario?
Los gatos con sobrepeso u obesos, y aquellos que llevan un estilo de vida sedentario tienen más riesgos de sufrir problemas urinarios que los gatos con un peso saludable y un estilo de vida activo. Los gatos mayores también son más propensos a la enfermedad renal crónica.
Se ha sugerido que los gatos con estrés o tensión importantes tienen más probabilidades de tener problemas con el sistema urinario. El estrés puede incluir nuevas incorporaciones al hogar, mudanzas, cambios en la dieta, una bandeja de arena mal ubicada o de difícil acceso, y vivir en un hogar con varios animales. Si un gato y su dueño tienen una relación sólida, el gato puede incluso captar el estrés del dueño, lo que puede causarle problemas de salud.
Tratamientos para los problemas urinarios en gatos
Es crucial que lleves a tu gato al veterinario si observas alguno de los síntomas que describimos anteriormente, ya que él podrá diagnosticar con precisión el problema y brindar el mejor tratamiento posible.
Sin embargo, también puedes tomar medidas para mantener la salud urinaria de tu gato a través de su estilo de vida y su dieta. Los gatos son naturalmente reacios a beber mucha agua, ya que descienden de mamíferos que vivían en el desierto y no podían acceder al agua con regularidad, pero es importante que lo hagan, para mantener su sistema urinario saludable al estimular la micción y diluir la orina para impedir la cristalización.
Puedes alentar a tu gato a beber más si colocas varios recipientes con agua alrededor de la casa y evitas colocarlos cerca de los alimentos, las bandejas de arena o los lugares con mucha actividad. Mantén el agua a temperatura ambiente y llena el recipiente hasta el borde para que el acceso sea fácil. Los flujos de agua, como una llave que gotea o una fuente de agua, también pueden ser muy atractivos.
La dieta de tu gato también puede contribuir a su salud urinaria. Los alimentos húmedos contienen más agua que los secos, por lo que pueden ayudarlo a orinar con más frecuencia. También hay alimentos que equilibran el pH de su orina y contienen niveles más bajos de los minerales que tienen más probabilidades de formar cálculos.
Desafortunadamente, los problemas urinarios son comunes en los gatos, pero, con el tratamiento correcto recomendado por tu veterinario, podrás mantener su salud a través de la dieta, el estilo de vida y los medicamentos, cuando sea necesario.